Es importante una iluminación que proporcione una luz confortable (el color o temperatura perfecta debe rondar los 5.000 Kelvin) y buena (el requisito mínimo oscila entre 200 y 750 lux de media). Los proyectores LED de última generación proporcionan 130 lúmenes por vatio (frente a los LED normales, que proporcionan 100 lúmenes) y, por tanto, mejor luz. Con ello se consigue una mayor iluminación con un menor consumo, además de duplicar la vida útil del proyector. También es importante que la luz no parpadee, lo que facilita la visión de la pelota. Piense en la eficiencia energética para mantener bajos los costes de electricidad y ser más respetuoso con el medio ambiente. Instalar la iluminación directamente en el techo (en lugar de utilizar columnas de alumbrado) es una opción que tiene sus ventajas.