Según la calificación urbanística del edificio y dependiendo de cada municipio, se podrá o no realizar la instalación. Consulta primero con el propietario y, después, con la oficina de urbanismo o el ayuntamiento. Por último, debes contratar a un ingeniero o arquitecto que redacte un proyecto que cumpla con toda la normativa legal para que puedas recibir tu licencia de apertura sin problemas.